lunes, 10 de octubre de 2011


Como el viento de la rivera que se rompe en la copa de los arboles, es el sonido que busca la mente mientras intenta no pensar. Y enciendo un cigarrillo que larga líneas de colores mientras percibo, como una revelación de lo microscópico “acá estoy”, en distintos lugares de mí, de diversas formas, de variadas maneras acá estoy. Y sin querer otra vez el suelo se hace cielo.